Capítulo 3: La ciudad de Dios

Mensaje del día 17 de mayo del 2020 en línea a través de las redes sociales.

 

  • Pbro. Jose Luis Cardona Rdz.
  • Salmos 46

Salmos 46 (NVI)

Al director musical. De los hijos de Coré. Canción según alamot.

Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,
    nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
Por eso, no temeremos
    aunque se desmorone la tierra
    y las montañas se hundan en el fondo del mar;
aunque rujan y se encrespen sus aguas,
    y ante su furia retiemblen los montes. Selah

Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,
    la santa habitación del Altísimo.
Dios está en ella, la ciudad no caerá;
    al rayar el alba Dios le brindará su ayuda.
Se agitan las naciones, se tambalean los reinos;
    Dios deja oír su voz, y la tierra se derrumba.

El Señor Todopoderoso está con nosotros;
    nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

Vengan y vean los portentos del Señor;
    él ha traído desolación sobre la tierra.
Ha puesto fin a las guerras
    en todos los confines de la tierra;
ha quebrado los arcos, ha destrozado las lanzas,
    ha arrojado los carros al fuego.
10 «Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
    ¡Yo seré exaltado entre las naciones!
    ¡Yo seré enaltecido en la tierra!»

11 El Señor Todopoderoso está con nosotros;
    nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

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