Pbro. Jose Luis Cardona Rdz.
Juan 8: 12-30 NBLA
Jesús, la Luz del mundo
12 Jesús les habló otra vez, diciendo: «Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luzde la vida». 13 Entonces los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de Ti mismo; Tu testimonio no es verdadero[a]».
14 Jesús les respondió: «Aunque Yo doy testimoniode Mí mismo, Mi testimonio es verdadero, porque Yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengoni adónde voy. 15 Ustedes juzgan según la carne[b]; Yo no juzgo a nadie. 16 Pero si Yo juzgo, Mi juicio es verdadero; porque no soy Yo solo, sino Yo y el Padre que[c]me envió. 17 Aun en la ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. 18 Yo soy el que doy testimonio de Mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de Mí».
19 Entonces le decían: «¿Dónde está Tu Padre?». «Ustedes no me conocen a Mí ni a Mi Padre», les respondió Jesús. «Si me conocieran, conocerían también a Mi Padre».
20 Estas palabras las pronunció en el lugar del tesoro, cuando enseñaba en el templo; y nadie lo prendió, porque todavía no había llegado Su hora.
Advertencias a los incrédulos
21 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «Yo me voy, y me buscarán, y ustedes morirán en su pecado; adonde Yo voy, ustedes no pueden ir». 22 Por eso los judíos decían: «¿Acaso se va a suicidar, puesto que dice: “Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir”?».
23 Y Jesús les decía: «Ustedes son de abajo, Yo soy de arriba; ustedes son de este mundo, Yo no soy de este mundo. 24 Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si no creen que Yo soy[d], morirán en sus pecados».
25 «¿Tú quién eres?», le preguntaron. Jesús les contestó: «¿Qué les he estado diciendo desde el principio[e]? 26 Tengo mucho que decir y juzgar de ustedes, pero Aquel que me envió es veraz; y Yo, las cosas que oí de Él, estas digo al mundo».
27 Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. 28 Por eso Jesús les dijo: «Cuando ustedes levanten al Hijo del Hombre, entonces sabrán que Yo soy[f]y que no hago nada por Mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó. 29 Y Aquel que me envió está conmigo; no me ha dejado[g]solo, porque Yo siempre hago lo que le agrada». 30 Al hablar estas cosas, muchos creyeron en Él.
Sermones
Jesús, la luz del mundo
Jesús, el gran divisor
Jesús, una fiesta, la ley y la justicia
El precio del discipulado
Recibiendo el pan de vida
El Pan de Dios
¿En verdad conoces a Jesús?
Un Encuentro Con Dios